Asturcón - día 2

14 julio 2008

El domingo fue el día grande de la Asturcón. Después del sábado las expectativas que tenía eran altas, pero se cumplieron de sobra. A diferencia del día anterior, el segundo empezaba con fuerza con una presentación de la Tercera Fundación, que pensé que consistiría en una explicación ligera acerca de su origen (la biblioteca de Cyberdark) y su función (catálogo/archivo de los títulos de fantasía, ciencia-ficción y terror publicados en España), así que me lo tomé con calma y llegué a los últimos 15 minutos, descubriendo que los ponentes habían presentado una detalladísima descripción del funcionamiento del proyecto (incluyendo el esquema de la base de datos, increíble), así que lamenté mucho habérmela perdido. El segundo y último acto de la mañana fue una mesa redonda titulada "Indiana Jones IV: ¿traición o esencia?", en la que hubo demasiada corrección y búsqueda de puntos de encuentro para mi gusto. Tal y como yo lo veo, en un debate los ponentes deben limitarse a argumentar y dejar las conclusiones para los espectadores, y perder tiempo en ponerse de acuerdo en algún punto concreto sólo sirve para dedicar menos tiempo a los puntos polémicos. Además, Spielberg salió demasiado bien parado después de meter un OVNI en una película de arqueología y de casar a Indi...

La tarde empezó con la segunda parte de la tertulia sobre los monstruos, de la que poco puedo comentar porque tuve que soportar a un personaje tan peculiar que parecía salido de las páginas de La conjura de los necios y que, de forma totalmente unilateral, decidió pegarse a mí durante toda la tarde (y eso que me encontró por la calle y ni siquiera quería ir a la Semana Negra). Afortunadamente, en la presentación cruzada de El hombre divergente y Apocalipsis Zombi estábamos bastante cerca de los presentadores y dejó de abrasarme la oreja durante un rato. Tanto Marc Soto como Manuel Loureiro mantuvieron la tónica de los participantes de la Semana Negra y se monstraron agradables y accesibles. El libro de Marc se gestó como una serie de cuentos de terror que fueron retransmitidos por la radio, recopilados con una estructura al parecer no demasiado convencional (por lo que comentó Elia Barceló, hay una historia que se pierde y posteriormente se retoma). Todavía no sé si me compraré el libro porque el terror no me atrae demasiado, pero lo que tengo claro (a raíz de una anécdota que contó) es que Marc debería consumir mucho menos terror porque parece que está empezando a afectar a su salud mental. El libro de Manuel, inicialmente publicado en forma de entradas de un blog, me recuerda a La Guerra de las salamandras, puesto que en ambos casos un pequeño acontecimiento sucedido en la otra punta del mundo acaba llevando (o no) a la extinción de la raza humana. En este caso todo está contado desde el punto de vista de un abogado gallego que no tiene nada de especial. Apocalipsis Zombi sí que me lo he comprado porque me parece que será más gracioso que terrorífico y me parece que tiene un formato ideal para los que tenemos que leer en el metro, así que ya comentaré más sobre él cuando lo lea.

A partir de este momento empezaron a llegar los Asshai'i a su Martincón particular, que comenzaba con una charla con Scott Bakker presentada por el mismísimo Martin y Paco Ignacio Taibo II, uno de esos individuos a los que les encanta el sonido de su voz, y son suficientemente impresentables para detener una presentación a la que asisten cientos de personas porque un grupito está hablando al fondo (y que yo, que estaba a tres metros apenas percibía como un murmullo, así que no entiendo cómo podría molestarle a él que estaba en el escenario), además de interrumpir al traductor para poder meter baza cuando llevaba lo que él debió considerar demasiado tiempo sin hablar. Es una lástima que el organizador de la Semana Negra sea alguien con tanta necesidad de protagonismo. Por lo demás, la conversación entre Bakker y Martin fue bastante interesante, especialmente cuando se salieron del guión obligatorio en encuentros entre autores de fantasía que pasa por el discurso de admiración mutua, la común admiración por Tolkien, creador de la fantasía moderna y a la vez de diversos arquetip
os y patrones de los que pocos consiguen escapar, aunque entre los elegidos siempre se encuentran los que están hablando, al menos a ojos del otro. En fin, en esta ocasión era cierto como mínimo en el caso de Martin (y por lo que dicen también para Bakker), aunque el precio a pagar puedan posiblemente ser unos nuevos arquetipos que perdurarán otro medio siglo. Como decía, la charla se volvió realmente interesante cuando los dos autores empezaron a divagar sobre la Primera Cruzada (aunque me temo que la mayoría de los asistentes nos acabamos perdiendo) y Bakker contó que había partido de hechos reales y los había modificado para contar su historia, sino que los había empleado como herramienta para aportar verosimilitud a su universo (según él porque no confiaba en su capacidad narrativa para que la historia fuese creíble), cosa que me pareció un matiz muy curioso.

Al salir de esta charla vi a Nacho, uno de los críticos que más respeto y cuyos mensajes seguía ya en la época de Cyberdark, que andaba por ahí sin hacer daño a nadie y decidí asaltarlo y presentarme. En los dos ratillos que estuvimos hablando (éste y después de la sesión de preguntas a Martin) tuve la oportunidad de ver que es en la vida real igual que en sus mensajes: una persona muy agradable, educado, que sabe escuchar y capaz de transmitir lo que piensa. Por supuesto, no pude evitarlo y le comenté que tenía a sus ovejas un poco abandonadas, aunque el tamaño de mi Pila hace que me venga bien no recibir demasiadas recomendaciones.

El último acto y supuesto momento cumbre de la Asturcón fue la charla con George Martin, que para mí fue cuando menos juego dio. No recuerdo la primera pregunta, pero el resto fueron las típicas preguntas sobre la magia en Westeros y cómo se organiza con tanto dato (cuyas respuestas nos sabemos de sobra los que hemos leído ya "un par" de entrevistas suyas, y no creo que aportasen mucho a los que no las conocieran) y la pregunta chorra de turno, en este caso sobre como ayuda la literatura fantástica en la lucha contra los poderes fácticos. Aun a riesgo de ser el único que no ve relación entre los maestres y su monopolio de las comunicaciones de larga distancia y las telecos, esta clase de preguntas me parece que sólo consiguen que el autor responda con topicazos y yéndose por las ramas.

Y esto fue todo. La experiencia ha sido genial y en próximas ediciones haré todo lo que esté en mi mano para acercarme a Gijón en estas fechas.

P.D: Desde que empecé a escribir esta entrada, el domingo al volver al hotel, he tenido oportunidad de sufrir más presentaciones de Paco Ignacio Taibo II, que no han hecho sino constatar mi opinión original. La más sangrante de todas ha sido, sin duda, la de hoy con Jorge Semprún, que se empeñó en llevar al campo político (para intentar refrendarse a sí mismo y sus opiniones, claro) a pesar de los intentos de Semprún por llevar la conversación de vuelta al ámbito literario. Por cierto, cada vez tengo más ganas de coger ese ¡Absalón, Absalón! que está esperándome en una balda de mi estantería, ya que Faulkner no deja de ser citado como influencia de otros autores.

P.P.D: No quería dejar de mencionar la impresionante labor de Diego, el traductor durante los actos oficiales, que tomando unas pocas notas era capaz de reproducir con casi total fidelidad el discurso original. Realmente espectacular.

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