Asturcón - día 1

13 julio 2008

En estos mis primeros días de vacaciones de verdad en dos años he pensado que sería un buen momento para aprovechar para empezar con una serie de proyectos personales que tenía pendientes desde hace tiempo, esperando que cojan suficiente inercia para seguir con ellos cuando vuelva a faltarme el tiempo.

El primero de los proyectos es este blog, que de momento no he molestado en personalizar casi nada, pero que poco y poco iré adaptando. Nunca he sido precisamente un ferviente partidario de la "conversación distribuida", pienso que es una versión informática de las conversaciones entre sordos, y que eliminan una de las características más importantes del intercambio de opiniones de los medios masivos (de internet) anteriores: que se realizaba al mismo nivel. Pienso que los blogs se parecen más a lista de noticias que a listas de correo y foros, siendo un paso atrás muy importante, pero como ya estoy baneado en todos los foros en los que podría interesarme escribir, esto es lo mejor que me queda.

En cuanto al asunto del mensaje, hoy ha sido el primer día de la Asturcón 2008. Es la primera vez que vengo a la Semana Negra y la verdad es que no me ha decepcionado. Por la mañana me he acercado a echar unas partidas de juegos basados en Canción de Hielo y Fuego y, aunque mi intención era ver si había un torneo del
juego de cartas, acabé jugando una partida de demostración del juego de rol, al final de la cual los jugadores nos llevamos un regalo sorpresa cortesía de Devir, el Escenario de Campaña, (¡muchas gracias!), que, por cierto, según recibí se lo llevé al señor Martin, que estaba firmando a dos metros. Ahora sólo me falta sacar tiempo para leérmelo y encontrar cobayas que me acepten de master.

Por la tarde empecé asistiendo a la tertulia sobre los monstruos, en la que intervinieron una pléyade de personajes relacionados con el fándom. En general no suelo salir muy satisfecho de este tipo de eventos con multitud de participantes y tiempo muy limitado. Siempre hay alguno que se extiende más de lo estrictamente necesario y rompe el ritmo que es necesario que haya y, sobre todo, siempre hay alguno que siente la necesidad de hacer un comentario, aunque el momento para hacerlo haya pasado ya hace bastante rato, y casi siempre surge alguna broma de la que se abusa, robando tiempo a la conversación sobre el tema central. Evidentemente, ésta no fue la excepción y se dieron los tres casos (de hecho, "Elia Barceló, terror de las vacas", podría perfectamente ser el titular que resumiera la tertulia), a pesar de ello, se hicieron algunos comentarios interesantes, aunque lamenté que la última pregunta del moderador acerca de cual será la próxima evolución del concepto de monstruo quedara prácticamente en el aire, dado que quienes tomaron la palabra se dedicaron a irse por las ramas. A ver si mañana hay más suerte con la segunda parte de la tertulia.

Después, presentación del libro El arte de Canción de Hielo y Fuego (¿dónde habré leído yo antes ese título?) de Corominas, realizada por el propio Corominas, Alejo Cuervo y George Martin (***** ******), auténtica figura de la Astrucón. La presentación fue divertida, pero me temo que con este libro no pico, y además: ¿un hacha? ¿Robert Baratheon en el Vado del Tridente con un HACHA? ¡Vamos, hombre!

Mientras hacía tiempo para la mesa redonda de Blacksad, me pasé a saquear la caseta de Gigamesh (por cierto, si alguien tiene el número 1 de la revista, estoy interesado en conseguirlo) y aproveché para comprar los cómics de Blacksad, que el viernes había estado mirando la exposición que hay y me había gustado lo suficiente como para comprarlo. La mesa redonda estuvo bien, los autores dieron bastante juego (sobre todo Guarnido, que ganó puntos extra cuando habló muy bien de Calvin y Hobbes) y explicaron gran parte del proceso de creación que ha tenido el cómic. Y más tarde en la sesión de firmas también fueron muy agradables.

La anécdota del día, al margen de los reencuentros con viejos conocidos con reacciones muy dispares, fue el descubrimiento del club de antifans de Rafa Marín, al parecer a raíz de la reacción del susodicho a una crítica no del todo favorable aparecida en Fantasymundo. No he leído el libro, ni buscado los mensajes, que seguramente estarán borrados, pero me ha parecido curioso. Y gracioso -como mínimo- eso de situar al Cid en la batalla de Covadonga.

Mañana, o cuando me acuerde de que tengo un blog, más.

0 comentarios: