La mazmorra 105 - Los nuevos centuriones

10 febrero 2010

La mazmorra es sin duda una de las series más ambiciosas de la historia del cómic. Concebida desde el primer momento por Joann Sfar y Lewis Trondheim en torno a tres arcos temporales desarrollados de forma simultánea. Ambientados todos ellos en un universo ficticio (Terra Amata), cuentan la evolución del hogar ancestral de la familia de Cavaliere a fortaleza del Gran Khan, pasando por mazmorra de monstruos en su época de mayor esplendor. A lo largo de los años recorrerán sus pasillos diferentes personajes de lo más variopinto, porque cada uno de los arcos tiene reservado un espacio de 100 tomos para desarrollarlos. Así, Amanecer (números -99 a -1) se centra en las aventuras de Jacinto de Cavaliere antes de que la mazmorra existiera como tal; Zénit (números 1 a 100) las de Herbert de Vaucanson y Marvin cuando la mazmorra es una de las más famosas; y Crepúsculo (números 101 a 199) las de Marvin Rojo, el Rey Pogo y el Gran Khan cuando se ha convertido en la fortaleza de éste último. Además, otra serie (Monstruos) narra aventuras de otros personajes secundarios y una última (Festival) se extiende en las que viven Herbert y Marvin cuando se conocen.

Aparte de la evidente diferencia del momento en que transcurren los eventos de cada uno de los arcos, existen notables variaciones estilísticas entre ellos. Aunque el guión de todas las entregas es obra de Sfar y Trondheim, el tono varía notablemente entre las tres series, siendo a grandes rasgos cómico en Zénit, épico en Amanecer y pesimista en Crepúsculo, aunque el sarcamo está presente en todo momento. El dibujo presenta aún mayores diferencias, siendo un auténtico ejército el compuesto por los dibujantes que han ilustrado tomos de la saga, lo cual ha posibilitado tener todo un book de algunos de los protagonistas, como Herbert. Además de las variaciones intrínsecas al cambio de dibujante, cada uno de los arcos tiene un estilo propio. Si en Zénit los trazos están perfectamente definidos y los colores son alegres, en Crepúsculo son igualmente definidos pero en tonos apagados, mientras que en Amanecer sin embargo los contornos están muy difuminados y apenas se aprecian las formas. Al publicarse tomos de todos los arcos de forma intercalada, el efecto que produce el cambio de estilo resulta muy interesante.

Los dos primeros tomos de la colección, Corazón de pato y El rey de la pelea, fueron posiblemente los dos cómics con guión más inteligente y con los que más me reí desde Astérix el galo. Casi nada. Aunque la serie ha tenido muchos altibajos, parodiar los juegos de rol y los tópicos de la literatura fantástica da mucho juego.

Los nuevos centuriones, en concreto, me ha gustado mucho más que las últimas entregas publicadas en España (que además quedaban ya muy lejanas en el tiempo, ¡gracias, Norma!) y recupera algunas de las virtudes de los mejores tomos de la saga: acción desenfrenada, diálogos absurdos, situaciones surrealistas, humor, cinismo, ... Por todo eso, aunque sea un ejercicio de buena voluntad considerar coherente el argumento, aunque los personajes tengan una personalidad voluble (por no decir mal definida), aunque las transiciones entre escenas sean inexistentes, aunque traten de meter con calzador más de 12 personajes en las 48 páginas estándar (siendo algunos protagonistas de dos o tres y desapareciendo en el resto), aunque tenga mil errores más... se disfruta. Y te deja con una sonrisa al terminarlo y una sensación de satisfacción que durará hasta la próxima dosis, cuando quiera que llegue.

Nota: 7/10